Necesitamos «Luvia fina» en las escuelas.

El pasado 17 de febrero, tuvimos la suerte de tener una sesión de formación con el escritor y narrador oral Pep Bruno, en el CEIP Miralbueno de Zaragoza.

Pep nos habló (más que hablar, nos cautivó) sobre la narración oral y la animación a la lectura que podemos hacer desde la escuela. Nos habló de la importancia de la «Lluvia fina» esa que parece que no moja, pero que acaba calando. «Lluvia fina» son esas pequeñas acciones que parecen insignificantes pero que dan la oportunidad a nuestros alumnos y compañeros de enfrentarse a la lecura.

«Lluvia fina» como la brillante iniciativa de los «Martes Poéticos», de la biblioteca del CEIP La Senda de Cabanillas del Campo en Guadalajara.

«Lluvia fina» como atreverse a involucrar a los padres en la organización y mantenimiento de la biblioteca; como animarles a contar cuentos en el colegio,y sobre todo que esos cuentos los ensayen en su casa con sus familias, como en el CEIP Los Albares de La Puebla de Alfindén.

«Lluvia fina» como sugerir a los alumnos que nos aconsejen en la elección de los fondos que vamos a comprar para la biblioteca escolar, como los Alumnos Ayudantes de Biblioteca del IES Avempace.

«Lluvia fina» como empezar por la ludolingüística para acercar a nuestros alumnos a la lectura, en vez de por la lectura graduada que le toca por edad. O con autores que la utilizan como Daniel Nesquens y su Abececirco.

También nos recordó que «la ficción sirve para cambiar la realidad», asi que no busques más cuentos que hablen sobre democracia o sobre la paz o sobre árboles de hoja caduca, busca buena literatura y haz un uso demócratico, pacífico o «caduco» de ella.

 

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